(Con
instrucciones para lavar cuidar los libros)
Qué mejor título para celebrar el día de la biblioteca -este año con el lema "Contra la desinformación: bibliotecas"- que las hilarantes aventuras y desventuras de este gorrino cabezahueca, dulce y obediente, escritas en verso por María Azcona, con las delicadas, dinámicas y traviesas ilustraciones de Anna Font en la cuidadísima edición de Takatuka.
¿Encontrarás aquí la clave para ordenar tu biblioteca?
La historia, dividida en nueve capítulos, comienza con ecos quevedianos describiendo la tormenta que obliga al protagonista a buscar refugio en una biblioteca.
Érase un día azotado por el
viento,
érase un día de clima turbulento,
érase un día tan frío que pelaba,
que llovía, nevaba, granizaba.
(…)
Allí la encargada,
una tal doña Socorro,
lo recibió con
guantes, abrigo y gorro.
-Me voy-dijo-, que
tengo jaqueca.
¿Cuidarás hasta las cinco de la biblioteca?
Así quedó el cochino de encargado, tan tranquilo en compañía de una araña, hasta que llegó una banda de cretinos que venía de una cata de vinos. En un visto y no visto se esfumó la paz y el ruido se convirtió en tormento desoyendo el ¡¡Chitón!! que soltó el cerdo.
En vez de callar, los visitantes
asaltaron,
rabiosos, los estantes,
y perpetraron actos
tan violentos
como en el capítulo dos os cuento.
¿Pondrá nuestro marrano solución al estropicio antes de que vuelva la tal
doña Socorro “que parece amable y buena gente, pero tiene un carácter
superfuerte”? ¿O, como cerdo cobarde, pondrá pies en polvorosa en vez de dar la
cara? ¿Qué fue de los descerebrados culpables del destrozo? ¿Recordáis que era un
día azotado por el viento, un día de clima turbulento, un día tan frío que
pelaba, que llovía, nevaba, granizaba? Solo os diré que en el capítulo ocho, doña
Socorro, con gorro y sin jaqueca, reaparece dispuesta a liarse a mamporros.
La historia termina con cinco breves consejos para cuidar los libros. El último de ellos da pie al clásico ¿Quieres que te lo cuente otra vez? convirtiéndolo en un cuento circular.
No dejéis los libros al alcance de bichos cretinos
que vengan beodos de una cata de vinos.
si queréis saber por qué, leed este cuento otra vez.
¡Feliz día de la Biblioteca!
Puedes descargar aquí el cartel conmemorativo del Día Internacional de la Biblioteca




