A pesar de vivir en una zona cada vez más despoblada, nuestra escuela recibe cada año una proporción más elevada de niñas y niños que llegan de otros pueblos, países, culturas y/o distintas tradiciones religiosas.
Por eso empezamos
el curso Con los brazos abiertos, un
álbum compuesto por Antonio Rubio, maestro de escuela y maestro de maestros -cuya
poesía se canta y se cuenta año tras año en nuestras aulas- y las delicadas
ilustraciones de María Girón que encajan con el texto en perfecta armonía en la edición de Kalandraka.
El umbral de mi escuela es una encina
con latido de árboles ancianos.
Hablamos de raíces, de árboles genealógicos…
El texto y las imágenes despiertan nuestros sentidos y nos llevan a
enfocar la mirada para percibir los matices del cabello, de la piel, a escuchar
las resonancias del idioma y de los nombres de las niñas y niños que llegan a
la escuela. La magia del lenguaje poético nos descubre que el cabello no solo es
rubio, castaño o pelirrojo; también hay cabellos como nube, cabellos surtidor o
cabellos dormidos. Y la piel puede ser de color igual que el barro, o color
viento o sándalo.
Y empezamos a nombrarnos, uno a uno, una a una y a decir quiénes somos,
quiénes nos sentimos. Y todo el mundo, venga de donde venga, es visto,
escuchado y acogido.
Si digo que no sé decir tu nombre,
es que tu nombre para mí es muy raro.
Pongo, entonces, mis ojos en los tuyos
y repito las letras de tus labios.
María Girón hace un guiño con el libro que muestra la maestra a la clase sentada en corro a Selva, el álbum sin palabras de Marina Gibert ganadora del último premio Compostela, que nos lleva a debatir cómo dialogan los dos álbumes entre sí.
Con los brazos abiertos es un álbum que ha traído un soplo de alegría y esperanza a nuestra aula, un chute de entusiasmo necesario para empezar el
nuevo curso con espíritu fraterno.
Después de la lectura, hemos sentido que podíamos profundizar en nuestra
identidad y compartirla con el resto, describirnos y nombrarnos buscando la
belleza:
“Te atreves a hablar más con los compañeros, te da esa sensación de tener confianza con los niños que te rodean”
Las ilustraciones coloridas, expresivas y realistas de María Girón nos han guiado para autorretratarnos. Ya el curso pasado nos llevó al mundo de Karmele Llano Los orangutanes y yo editado por A fin de cuentos.
También hemos querido releer y compartir las obras de Antonio Rubio que tenemos en la biblioteca con las niñas y niños de infantil.
Con ellos hemos revivido nuestra infancia.
Es un libro muy bonito, me encantan las descripciones y los retratos de ese libro.
ResponderEliminarEs un libro precioso,con buenas ilustraciones y fue divertido leerlo junto a mis compañeros y compañeras pero lo más divertido sin duda fue todos los buenos momentos que pasamos haciendo actividades basadas en el libro,otra cosa también muy divertida fue descubrir libros nuevos de este autor y también de la ilustradora de este libro.
ResponderEliminarEs un libro precioso,con buenas ilustraciones y fue divertido leerlo junto a mis compañeros y compañeras pero lo más divertido sin duda fue todos los buenos momentos que pasamos haciendo actividades basadas en el libro,otra cosa también muy divertida fue descubrir libros nuevos de este autor y también de la ilustradora de este libro.
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