TRANQUILA
TRAGALEGUAS
LA TORTUGA CABEZOTA
Texto: Michael Ende
dibujos: Agustí asensio
Traducción: Mª Teresa López
Ediciones Alfaguara
“Una hermosa mañana se encontraba la tortuga Tranquila
Tragaleguas ante su pequeña y agradable madriguera tomando el sol y comiendo
sosegadamente una hoja de llantén.”
La historia comienza una mañana en que Tranquila escucha
a los palomos Sulaica y Sebulón decir que todos los animales están invitados a
la boda del Gran Sultán Leo Vigésimo–Octavo y, tras meditarlo durante un día
entero, toma la decisión de asistir a la boda y se pone en marcha. Su vida
tranquila y agradable, tal y como la conocía, queda atrás cerrándose así un
ciclo vital y empezando otro con la salida del sol.
Tranquila Tragaleguas, la tortuga cabezota nos puede parecer, en una primera lectura, una amable
fábula bien construida que se presta a ser contada o representada por la
agilidad de sus diálogos y porque transmite con sencillez la atmósfera que
envuelve a cada personaje que la tortuga encuentra en su viaje hasta la guarida
del león.
Las ilustraciones de Agustí Asensio, apoyan esta percepción con su suave
colorido y ayudan a crear los diferentes ambientes ligados al carácter de cada
personaje. Los contrastes de luz entre las escenas diurnas y nocturnas subrayan
el lento discurrir de los días.
Aunque
podríamos criticar que algunas dobles páginas sean repetitivas y agobiantes.
La
traducción de Mª Teresa López consigue mantener el juego de palabras que llevan
los nombres que aparecen en el cuento y los niños se divierten con el sonido y
el significado de Tranquila Tragaleguas, Sulaica y
Sebulón Silvestre, la araña Fátima Fabricatelas, el lagarto Zacarías
Zanguango, el caracol Basam Baboso, el sabio Hachís Halef Habacuc y del monito Yussuf Yomerrasco que
aparece sólo fugazmente al final de la obra.
Pero si miramos
con más detenimiento este pequeño cuento, tan simple en apariencia, podemos
encontrar algunos temas que caracterizan al autor de Momo y La Historia Interminable. Estas dos
obras marcaron a los lectores adolescentes de los años 80 y se convirtieron en
referente para los autores de las actuales sagas fantásticas. Michael Ende,
veinte años después de su muerte, es considerado un clásico de la Literatura
para niños y jóvenes. Ende se dirigió al lector como su igual porque no escribía para niños, sino para el niño que él había sido. Contrario a la
literatura didáctica, siempre defendió en su obra que la fantasía no es evasión vacía de significado, sino un ascenso hacia lo ideal que permite al
lector volver renovado a lo real.
Las primeras incursiones de Michael Ende en la
literatura fueron a través del teatro y desde el momento en que decidió
dedicarse por completo a la literatura aparecen continuas referencias al teatro
en sus obras. La tortuga Tranquila Tragaleguas, donde también se
incluyen canciones para acompañar al texto, presenta una estructura claramente teatral. Cada capítulo
o escena comienza con un marcador temporal y con la descripción en rápidas
pinceladas del paisaje en el que la tortuga se encuentra con cada personaje en
su camino hacia la boda del león. Para subrayar el final, siempre la misma
frase a modo de cantinela:
“Siguió caminando
por campos y pedregueras, por páramos y arboledas, bajo el sol y las estrellas”.
La
protagonista de este cuento es una tortuga, como Casiopea, personaje de Momo y Morla de La Historia Interminable. Ende, que conocía la simbología de la
tortuga presente en mitos y cuentos y coleccionaba toda clase de tortugas, dice:
“En la tortuga, el caparazón está cerrado [...] Lleva dentro de sí su propio y pequeño tiempo”.
Con estas palabras
nos da la clave del personaje de Tranquila Tragaleguas; la tortuga vive su
propio tiempo haciendo caso omiso a la insistencia de cada uno de los
personajes que encuentra en su camino por recordarle el tiempo real. A pesar de ellos, Tranquila Tragaleguas llega a
su destino y pone el broche final a la historia al declarar en la boda de Leo
Vigésimo-Noveno:
“Ya lo dije yo siempre que llegaría a
tiempo”.
Este contraste entre la precisión de la realidad
exterior y la imprecisión de la realidad interior es también uno de los
elementos clave en La Historia Interminable; El transcurrir del tiempo en Fantasía
depende de la intensidad y la duración de las experiencias vividas, mientras
que en el mundo real el timbre escolar nos marca el tiempo de manera precisa. Y es que
Michael Ende se sirve de Tranquila Tragaleguas, al igual que de Bastian, no
sólo para contrastar el tiempo interior
con el real sino también para resaltar la capacidad de sentir sobre la
capacidad de pensar. En cada escena Tranquila hace oídos sordos a los
razonamientos de los animales que le quieren hacer entender que es imposible
conseguir su misión. Su respuesta siempre es la misma:
“No
puede ser, mi decisión está tomada”.
En Momo, Ende hace una reflexión sobre la
relación del tiempo con el sentimiento: “Hay calendarios y relojes para
medirlo, pero eso significa poco, porque todos sabemos que, a veces, una hora
puede parecernos una eternidad, y otra, en cambio, pasa en un instante; depende
de lo que hagamos durante esa hora. Porque el tiempo es vida. Y la vida reside
en el corazón.”
Si atendemos a
este nivel de lectura en Tranquila Tragaleguas, nuestra tortuga
cabezota podrá ser un puente para que el lector posea las claves que le
permitan comprender Momo o La Historia Interminable en toda su
complejidad. Más aún, puede ser un libro que cree vínculos entre estos niños y lectores de otras generaciones,
sus padres, que leyeron en su adolescencia Momo
y, sobre todo, La Historia Interminable.
Marionetas de mano hechas por los alumnos. |
Tranquila Tragaleguas se ha convertido en una vieja amiga que nos acompaña muchas veces en la biblioteca: La hemos leído en silencio, en voz alta, en lectura dramatizada, hemos seleccionado el ambiente musical que acompañara mejor cada escena, la hemos representado con marionetas de mano, hemos convertido las marionetas en personajes de comic para leerla con la proyección, nos ha ofrecido la ocasión de filosofar sobre el sentido del tiempo, hemos escrito una nueva escena para Yussuf Yomerrasco…y podemos afirmar que proporciona al alumno una experiencia literaria gozosa y de calidad, muy apropiada para su progreso lector.
Un artículo muy interesante y ¡gracias por recomendarme!
ResponderEliminarGracias a ti por escrirlo. El hijo del pintor es un libro hermoso para acercarse a la vida y la obra del genial Michael Ende. Este trimestre tenemos como tema "Ende, Rodari y otros seres fantásticos" para "sacar a los libros de paseo" en nuestra biblioteca escolar , así que El hijo del pintor volverá a ocupar un lugar destacado entre nuestras lecturas.
Eliminar¡Gracias! Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Belén, una vez más por conducirnos con mano maestra a las entrañas de lo escrito. Tu guía nos intruduce en la mecánica de la lectura y nos sitúas en el corazón del texto, admirados por la precisión con que los engranajes que coinciden perfectamente para que todo fluya del modo que lo hace; aprendiendo de la intención del autor somos más capaces de alcanzar a comprender lo que él nos quería transmitir y aún aquello a lo que nos aproxima sin haberlo pretendido previamente.
ResponderEliminarSANCHO ORTIZ.
¡Gracias por leernos!
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